Lo que voy a detallar aquí no es una teoría sobre un aspecto filosófico que haya leído en algún libro o que he tomado a través del conocimiento, lo que hablo aquí es fruto de una transformación que está en mi corazón espiritual. Siempre que hablo o enseño en mi aula, lo hago desde mi perspectiva y nunca desde alguna teoría o creencia adquirida desde fuera, debo de ser honesto y no puedo enseñar lo que no conozco o solamente interpreto. Tras más de seis años enseñando sobre la no-dualidad he cambiado mi terminología en muchas ocasiones, aunque algunas palabras han sido claves en mis enseñanzas y las sigo manteniendo con el paso del tiempo. Una de la palabra más hermosas es “Absoluto”, y es la que me gustaría definir en este texto que quiero compartirte.
Absoluto no es solo una palabra sino una visión holística que se encuentra más allá de las dimensiones de lo desconocido y lo conocido, esta emana un amor en mi corazón cada vez que la pronuncio y una devoción sin precedentes. Desde mi propia experiencia, es la palabra más acertada hacia el absolutismo de este Universo, y contiene una fuerza que no tienen otros términos filosóficos. El sentimiento que me evoca lo absoluto es de una fuerza intrínseca en el corazón de Diós (no como ente) una fuerza que no tiene igual, y que solo se puede comprender como el sustrato único. Una pureza en el que el SER… en el que el Universo toma sustento, como la electricidad a un electrodoméstico o el sol a la tierra.
En mi transformación espiritual había dos dimensiones que parecían ser opuestas y que parecían ser diferentes por su naturaleza, una de ellas es “el mundo” (la forma) y la otra es “la dimensión espiritual” (lo informe). Siempre defino el plano más sutil como lo inmanifestado, cuando hablo de inmanifestado suelo hacer referencia al espacio del Ser, sin embargo, este espacio siempre parece ser opuesto a lo que no es espacio y tiene forma relativa. Estas dos dimensiones (lo relativo y lo sutil) parecían ser opuestas, parecen dos naturalezas antagónicas de difícil reconciliación. En mi andadura y al principio del camino espiritual era evidente que hay una diferencia entre el espacio y la forma, en la que tenía la sensación de que por ser opuestas había una difícil reconciliación que no terminaba de comprender, ¿Cómo va a estar desligada la dimensión de la forma y de lo informe? En palabras de Buda: la forma es vacío y el vacío es forma. Buda lo definía como lo mismo, sin embargo no entendía como unirlas, como verlas como la misma naturaleza.
Pero después de un tiempo y tras quedar enamorado de lo espiritual tras vivir una transformación en la percepción, mi corazón fue tomado por una misteriosa esencia que tenia un principio muy diferente, un amor que cohesionaba, que alimentaba a la armonía y desarrollaba en mi corazón un sentimiento de gloriosa anarquía que armonizaba los dos planos aparentemente antagónicos.
Es en este sentido donde tomó forma el plano más sutil (inexistente) de todos los planos, en el que el Ser y el no Ser tienen lugar y podían ser armónicos y no contradictorios. Por decirlo de otro modo, conocemos el mundo manifiesto y lo inmanifiesto, los objetos y las formas que lo componen y el espacio que los rodea. De este modo tenemos dos dimensiones, la dimensión de la forma y de lo informe que parecen ser interdependientes, opuestos por naturaleza y diferentes en cuanto a su expresión. Sin embargo, ellos nacen cohesionados, no están separados y pertenecen a una única naturaleza, esta naturaleza que cohesiona el mundo de las formas y la no forma esta más allá de todo lo que podamos imaginar, podemos llamarlo “el plano absoluto”, más allá de lo relativo y de lo no-relativo lo absoluto sin cualidad de agente es la anarquía del amor que es entendido tras el despertar espiritual.
Un efecto cohesionador de la inteligencia Universal del plano absoluto inundó mi corazón, este fue inundado por una comprensión de una energía única, indescriptible e inaprensible, en un abrazo holístico de envergadura espiritual que transformó mi percepción como nunca antes había sucedido. Esta comprensión dió pie a la verdadera no-dualidad, ya que, sin la comprensión del plano absoluto la mirada era incompleta. Su capacidad de cohesionar y Unir las dimensiones (relativo y sin forma) puede llamarse en términos relativos Amor, decir amor o absoluto es prácticamente lo mismo, sin embargo, no es el amor tal y como lo conocemos. Es el amor como fuente de Unión, lo absoluto es por ende, el aspecto esencial para que todo lo que conocemos sea intrínsecamente como cualidad del Uno y muestra la naturaleza indivisible de todo lo que es.
Por tanto, debemos de comprender que en medio del mundo de la forma y la no forma hay una “esencia absoluta”, una inteligencia que opera pero que no es algo en particular y que por su naturaleza es el principio generador de todo lo que conocemos. Esta esencia no emerge o se desvanece en algún lugar, no tiene origen, pues él mismo es el origen y el fundamento de la Conciencia. Lo absoluto no es anterior o posterior en relación a algo, su naturaleza es indiferenciada y sin embargo se encuentra por doquier sin ser vista o apreciada. Es como la luz del día, la luz permite ver y percibir los objetos sin embargo ella no puede ser vista. Cumple con su función y sin embargo ninguna gloria desea para sí misma, no tiene propósito ni une todo en búsqueda de algún sentido, es un sin sentido en el que el amor es su fundamento.
Lo absoluto no es opuesto a la existencia relativa del mundo de los objetos, ni a la dimensión del espacio sin forma donde estos objetos tienen lugar, por ende, esta más allá de lo conocido o lo sutil, y solo puede entenderse como un principio sin atributos mas allá de todos los más allá. Cuando utilizo la palabra absoluto en mis clases o en mis formaciones lo hago como un principio generador sin forma, un principio que sostiene el Universo y que es su fuente. En él no puede aplicarse oposición y al no ser existencia alguna, ni tener principio ni final, contiene en su naturaleza el fundamento idóneo donde los opuestos son equilibrados, si existiera un lugar armónico donde los opuestos no sean opuestos y donde ambos tengan su propio sentido de ser, aunque estos parezcan contradictorios, este lugar es lo absoluto.
Lo absoluto, vuelve estúpida la idea de que la forma y na no forma sean opuestas, no hay nada opuesto a nada, cuando se ve con claridad el lazo de Unión, y estos pueden balancearse en armonía y claridad en el abrazo amoroso de su altar, el despertar espiritual esta cerca. Cuando utilizo la palabra absoluto hago referencia a un principio Universal en el que el Universo inconcebible por su infinito tiene lugar, es el efecto resultante a una Única inteligencia, a un Único principio filosófico. Absoluto es el término que da sentido al Universo en todas sus dimensiones posibles, las cuales incluyen el espacio y lo manifiesto.
Pero de algún modo por limitación en las palabras diremos qué: antes de que la sensación de espacio o la naturaleza del espacio tenga lugar, existe un numen esencial, un espíritu inmanifiesto. Este pre-espacio inmanifestado es esencialmente el puro potencial cohesionador de todo. Usted puede imaginarlo como un espacio infinito, el cual, es el sustento de todo lo esencial y donde la Conciencia se activa para dar vitalidad a este mundo.
Por tanto y para terminar diremos que, la verdadera no-dualidad necesitará un nexo de Unión de los opuestos en una única y verdadera esencia, esta mirada del plano de lo absoluto permite que nuestra mirada sea Unificada y no selectiva. Cuando un ser humano experimenta la no dualidad es invadido en su corazón por una sensación de Unidad absoluta, un sentimiento de grandeza espiritual y holística que permite ver “como un todo”, esta mirada holística e integral solo puede tener verdadero sentido cuando la verdadera no-dualidad es absoluta y abraza dentro de sí misma en el amor, ambas dimensiones de lo relativo y lo sutil, haciendo brillar en nuestro corazón la comprensión más elevada de la no-dualidad.
Muchas gracias por compartir! Un abrazo!
Infinito y atemporal, sin forma son peso..Me gusta ☺️