La enseñanza de la no-dualidad propone que solo existe Unidad y que lo llamamos diversidad es solo una apariencia, por ende, no justifica la diversidad como fragmentos de sí mismo, sino como la cancelación absoluta de todos los fragmentos. Por ende, la no dualidad no comprende los individuos separados como interdependientes con conciencia personal o individual, sino que todos y cada uno de ellos son conciencia Absoluta e indivisible, los individuos carecen en este caso de conciencia propia con capacidad de elección o voluntad personal y se afirma que todo es la Voluntad libre sin opuestos ni compartimientos separados.
La no dualidad no comprende en sí misma práctica alguna ni investigación personal posible para lograr la visión, sino una transparentación, un mirar a través de lo que acontece sin necesidad de progreso o cambio. En el no-dos, todo lo que acontece es la cualidad del Uno, que no se comprende como acciones en diversidad sino en la pura conciencia indivisible. En este contexto, la no-dualidad no comprende individuos separados o egos que puedan realizar un camino individual hacia la realización, puesto que esto implicaría capacidad de interpretación personal y voluntad individual. Es obvio que los individuos separados son una ilusión desde la perspectiva de que solo existe el Uno con su cancelación total del dos (no-dos), y por este motivo todas las prácticas espirituales solo impedirían un progreso espiritual auténtico, debido a que, quien desea el propio despertar es una entidad separada, cuando esta mismo no existe y por tanto todo intento es un acto ilusorio de la entidad.
Mi propuesta sobre la no-dualidad es excesivamente simple, no consiste en lo que hagas o practiques sino un cambio en lo sutil que te permite ver a través de lo que ya eres, no con un supuesto cambio o transformación espiritual sino con la capacidad de apreciar que no estás separado. Esto, realmente suena a acción pero en realidad es una disolución de la entidad, un detener todo intento de cambio y disolución que revela la naturaleza de Lo Que Ya Está Presente y Es. Con respecto a esta mirada lúcida, que entraña una cierta dificultad debido a la costumbre de la apariencia de la realidad separada, nuestra visión espiritual debe de comprenderse dentro del espacio no-dual que es aquél que no toma nada separado de sí mismo, y es lo más parecido al espacio que nos rodea.
Por decirlo de otro modo, existe una sensación indiferenciada en el campo de nuestra percepción que incluso abraza a la percepción dentro de su propia naturaleza, puesto que esta mirada es completamente inmersiva y holística y no deja nada fuera de sí mismo, es el único medio posible para el despertar de la conciencia no dual. Esta inmersión en Unidad con todo lo que nos rodea, con lo que sentimos, con los sentidos, con el cosmos… solo puede “Verse lúcidamente” en ausencia de la entidad individual, que es en sí misma la naturaleza de la “no-acción” y “no-intención”, y se produce, repito, por la transparentación de la dimensión existencial, que parece representarse como separada de la esencia no-dual.
La no-dualidad es la naturaleza de nuestro Ser y no puede hacerse o fabricarse, dicho de otro modo, “Ya está ahí”, esto es lo que revela el despertar de la conciencia, que lo que somos “Ya lo Somos” y por tanto, todo intento de hacerlo, realizarlo o representarlo solo nos aleja aun más de nosotros mismos como entidad del UNO.
Inmensidad, espacio y amor para todos.