
La espiritualidad debería de convertirse en algo simple. ¿Porque digo esto? Porque todo el mundo anda buscando lo que ya son. Todo el mundo anda en un aprieto, en la búsqueda de la felicidad, en la búsqueda de la iluminación, pero la gran paradoja es que todo eso que buscamos ya lo somos. Buscamos a nuestro Ser, como si fuera algo que pudiera encontrarse del mismo modo que Indiana Jones buscaba el arca perdida.
Pero… ¿es nuestro Ser algo que se ha perdido? Nuestro Ser, no puede perderse, no puede encontrarse, no te lo pueden quitar, del mismo modo que no se lo puedes dar a nadie. Por esto quiero decir que, realmente la espiritualidad no es encontrar algo sino que es una visión, un ver con claridad, un cambio en la percepción. ¿Estamos entonces buscando un cambio en la percepción? Si, correcto. Eso es lo que buscamos, un modo de mirar diferente a la vida.
¿Por donde comienzo?
Aquí puedo filosofar y decir, mira a la belleza, mira como un poeta a la vida, pero hemos de ser prácticos y buscar el origen de la mirada.
Todo parte del presente, todo surge en el presente y se desvanece en el presente, cualquier percepción, del modo que sea, liberada o no liberada es una percepción en el presente. Todo lo percibido se hace presente en ti, tú eres el sujeto que percibe, eres el origen de la revelación espiritual. Por tanto, la percepción de la que hablamos en la espiritualidad es la percepción liberada de lo que se percibe. Y tú eres “La verdad”. Esa verdad que tú eres nadie te la puede enseñar, ya eres y emerge en el campo de tu percepción.
La realización es una cuestión de enfoque, y este debe de ser muy claro, ya que si no, uno puede perderse en un mundo infinito de posibilidades basadas todas ellas en el sueño del progreso y la sanación. El camino de la realización no debería de ser angosto, pero lo hacemos así solo porque estamos acostumbrados a mirar a la realización con la idea de progreso. ¿No hay progreso en la realización? No digo que no lo haya, sino que uno debe de entrar en el presente sin la intención del progreso, sino, es un trato con la evolución individual.
De todas estas posibilidades, lo que realmente está en el enfoque correcto es un despertar que consista en la transparencia, en la libertad, ese enfoque no puede ser erróneo. Si quieres despertar, debes ser trasparente e ir más allá de la consciencia. El enfoque es muy simple entonces, la disolución. La disolución consiste en un contacto directo con la libertad. La libertad del instante y la observación de la persona. Siempre un enfoque disuelto y libre.
Pero todo este enredo, comienza por la creencia de que no somos el Ser, si tú no tocaras esa sensación separada, la mente no estaría activa en la búsqueda y comenzarías a sentir la sensación de que no necesitas buscar nada. Al no buscar, te aseguro que emergería una sensación de que ya lo eres, y ser el Ser se convertiría en una convicción. Ser el Ser, sería lo que ya eres y eso eliminaría toda ansiedad, conflicto y escasez.
Por tanto, la espiritualidad verdadera, no te dice lo que tienes que hacer, te dice quien eres “ya y ahora”. Tú, aquí y ahora, eres el completo Dios omnipresente y omnipenetrante que lo abarca todo.
Pero una idea te separa de ello, una simple idea, soy un yo individual dentro de un cuerpo individual con tendencias a pensar individualmente del mundo. Esto te priva de visiones Universales basadas en la totalidad. Pero la totalidad, no es una creencia, sino un sentido de Unión con todo. Un sentido fraternal de pertenencia a todo lo que es. Un sentido basado en la Unión y no en la individualización de los individuos.
¿Comprendes?
Hay en ti un silencio interior, un silencio y vacío que lo abre y lo cohesiona todo, ese silencio, al que puedes llamar si quieres estar presente o presencia, es anterior a todo conflicto, al análisis y la interpretación, en ese silencio decir yo es una aberración, porque ese silencio no tiene nombre ni forma, ese silencio es divino y no es de este mundo, ese silencio es “AMOR”.
¿Dónde está el silencio?
Tu experiencia directa es el silencioso mundo del Ser, el cual es siempre contigo. Mira tu experiencia directa, destapa toda relación o creencia con la materia y mira directamente desde el lugar silencioso de la percepción y espera unos segundos, degustarás, más allá de la interpretación, la dimensión espiritual. Solo espera unos segundos en silencio y eso se te revelará.
Este debería de ser el camino espiritual, este es el verdadero camino, el verdadero camino está en lo desconocido. Lo demás, las demás enseñanzas basadas en sanar lo psicológico, el pasado y la persona son solo una contaminación filosófica.
Tu eres el momento presente “Libre”, en está libertad es donde comienza tu camino espiritual. Eso es todo…
El camino espiritual comienza en la libertad.
Inmensidad, espacio y amor
Sergio N.
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