La visión del espacio infinito te permite unificar la sabiduría a través de una experiencia directa con la verdad. Esta experiencia sucede en el profundo misterio interior, en el que la visión sin objeto (o yo individual) permite la claridad del descubrimiento del observador último.

Al entrar en el espacio infinito extendemos nuestra experiencia presente a través del espacio que nos rodea, esto nos permite ocupar lo “etérico” experimentando una deslocalización del sujeto que observa, desembocando en la experiencia sin objeto. 

Dicho de otro modo, el observador comun-mente conocido como testigo, debe de ser descubierto como silencio que conoce, pero adquiriendo el atributo de la grandeza del infinito. Cuando esta experiencia es vivenciada directamente y los medios indirectos (el intelecto o los sentidos) no están presentes, estamos reposando sin objetivación más allá del testigo (conceptual) y llegamos a sentir la inmensidad transparente de la Conciencia. 

La buena nueva de esta experiencia es que puede ser sentida por todo el mundo, pero para que sea efectiva, lo mejor es ser guiado a través de ella, adquiriendo la cultura espiritual de una guía como la de Sergio, que te permitirá entender cada matiz de esta increíble inmersión en lo absoluto. 

Este es el motivo por el cual esta invitación no puede ser rechazada.