Conoce la verdad y libérate en un momento. Ese es el momento en que todo se deshace y somos completos. Hablemos claro sobre ese mirar directo y lúcido. Todo el mundo tiene la idea de continuidad, mirar directo es liberar la visión de la continuidad fundiéndose con lo ahora/presente.
Creemos que venimos del pasado y vamos hacia el futuro, y en ese sentido la continuidad es un error de percepción personal, y no hay bagaje personal fuera del yo. Si quieres disolver el yo, has de disolver también el bagaje. Ambos son lo mismo.
Si crees que hay pasado, eso es “el yo”. Gírate sobre eso y mira con lucidez y verás los pensamientos que transportan esa idea de dolor. Eso es mirar, liberarte de ellos es despertar.
Nadie te hirió, nada te dejó malherido, solo es un pensamiento, solo fueron circunstancias inevitables que se sumaron a la magia de la vida. Simplemente no has salido magullado de ninguna situación. Eso es todo, déjalo ir y mucho menos debes enmendar el pasado, porque no existe. ¿No es una ilusión intentar reparar algo que ya no existe? Solo mira este presente y olvida, olvida rápido y vive lo que sí es verdadero, nada más. Esto es la sanación verdadera.
La verdadera sanación viene por discernimiento, viene por saber lo que es verdad y separar lo falso con tu luz encendida. No viene porque le pidas ayuda a tus guías superiores, viene porque miras la verdad.
Ciertamente el tiempo es falso, irás a un centro de terapias y te venderán auxilio, te prometerán un despertar a través de completar y liberar partes oscuras de ti, pero es falso, solo te venden posibilidades, despertar es el fin de esa alternativa de liberar.
Yo sé que no hay seres humanos separados, no hay “yoes”, pero tú has de saber que todos son expresión de la Unidad. Siempre fue Dios. Comprende que Yo soy Él, y Él es Yo. Besa tu divinidad.
Por ello no hay nada arañado en ti, solo la libertad absoluta de manifestar ilusión, sal de ella y mira con claridad que todo lo que sucede es una expresión de la libertad misma del Ser.
Ver la verdad es lo que te libera del tiempo, es lo único que necesitas, ver la verdad es lo que libera la sensación del yo, porque saltas a una esfera liberada, la cual no ha sido afectada por tus errores o partes oscuras, es impoluta, completa y lúcida. Por supuesto que quizás no creerás lo que te digo, y tendrás la impresión de tener un inconsciente que necesita tu atención, un pasado erróneo o vivir una vida que no quieres vivir… y es aquí donde no puedo ayudarte, porque simplemente tú no existes en medio de lo eterno, pero si dejas esa idea del yo separado, puede ocurrir La Luz del Ser. No sanes, solo renuncia a tu yo. Eso es todo.
Ni mil años de sanaciones podrán tener efectos reales, solo ver la verdad tiene un verdadero efecto sobre lo que llamas Karma, causa y efecto o suceder. Si quieres la verdadera teoría sobre la causa y el efecto yo te la doy, la causa es Dios, y el efecto es la expresión cotidiana que surge de Ello.
Pero una causa y efecto erróneos, separados de su virtud divina, están basados en un error de la mente. Una sola visión liberada y ver con claridad que no sucedes, solo Él sucede, ver que no hay suceder, solo Ser, romperá la separación. El ver la fulminará. Solo es real lo que surge como Él en el instante, lo demás olvídalo. ¿Y si lo que surge es indigno? Solo olvida.
¿Crees en el Karma? El karma sería algo así como un capazo de experiencias solidificadas en el inconsciente que solo un terapeuta puede ayudarte a balancear. Puede ser un Karma familiar en el que tus antepasados son los culpables de tus dolores. Pueden ser vidas pasadas que arrastras inconscientemente. O incluso mucho peor, como dicen en ocasiones, es posible que tu Ser Etérico esté plenamente perjudicado, pero no hay Karma ni un Ser Etérico, estas ideas son sólo argucias de la mente para perpetuar la ilusión del yo y darle una lista de tareas. También gracias a ellas subsisten algunas familias a través de las “terapias alternativas”. Todo está bien, no estoy en contra, pero quiero llevarte al verdadero despertar.
Mira a tu yo, encuéntralo, y si lo encuentras mátalo, pero no lo encontrarás pues solo surge en forma de una historia pensada, deja la historia eso es todo.
Para el que ve la verdad no hay yo, ama vivir sin rostro. Eso es despertar. ¿Quién haría algo por sanar el pasado de su yo? ¿Qué simple verdad? Pues sí, esa es la naturaleza de la verdad, la simpleza. Cesa el pensamiento, cesa el yo.
Sin yo, por lo tanto, no hay tiempo, nada que sanar, porque cuando no hay yo todo se ve claro. El yo no existe, solo un yo confía en su yo personal. Solo un yo confía en sanar partes separadas del Uno. Un yo sanando al yo… ¿es eso posible?
Si un terapeuta te dice que has de sanar el Karma de tu yo, ese terapeuta tiene un yo, huye despavorido, ¡aprisa sal de ahí! no confíes en los “yoes”, no confíes en el tuyo, pero mucho menos en el de otro. Un terapeuta equivocado es igual que una persona corriente equivocada, solo que posee algunas técnicas que son sedantes y anestesian el yo, lo refuerzan. Un yo anestesiado surgirá de nuevo y levantará la cabeza. Busca el sí mismo en la inmediatez del presente, no busques un yo en el tiempo al que rescatar. Entiende que es lo atemporal donde el yo es iluminado con La Luz de la verdad. Eso es todo.
La verdad lo decapita, lo fulmina y lo convierte en nada, como dijo Jesús: la verdad os hará libres. Olvida el mercado espiritual y céntrate en la verdad de tu Ser, vuelve al presente y contempla las ilusiones de reparar, sanar y completar, deshazte de ellas y habrás despertado.
Si vas a un maestro y te dice, ¡tu Ser ha sido violado! Eso no es un maestro, es un dualista enfermo por la ilusión, un impostor, sin embargo si vas a un maestro y te dice: tú ya eres completo, permanece a su lado el no te engañará.
Al principio todo nuestro impulso ha de ser negacional, si por ejemplo te dicen que has de sanar, tú has de reconocer que no hay nada que sanar, si te dicen armoniza tus chacras, responde no hay chacras, si te dicen que no eres lo suficientemente puro, tú has de saber que no hay nada como eso. La afirmación -todo es Eso, todo es Dios- y yo no necesito nada, puede ser poderosa, y te ahorrarás unos cuantos euros. Y así terminas con la ficción y tienes algo más para tus vacaciones. Al contemplar la inercia de la ilusión de sanar y liberar terminas con el entusiasmo del tiempo, con la falsedad del camino espiritual.
Todos están caminado hacia, pero tú has de saber que no puedes estar en otro lugar que en lo eterno, cuando sabes esto con todo tu corazón abierto, liberas el amor por la verdad. La búsqueda espiritual está basada en la escasez, el verdadero amante de la verdad está confirmando que no necesita nada, aunque no lo sepa a ciencia cierta, confía en aquellos que afirman sobre lo digno de estar ya en Ello, hasta que se vuelva confiable.
Ves a ver a un maestro que te afirme con su Luz “ya eres Eso”, y créele.
No pagues para terapias alternativas que te venden sanación a no ser que quieras seguir durmiendo, no existe la sanación, incluso el sabio sabe que él mismo es un impostor, porque ¿Quién diría a otro Ser humano que no es todavía divino, completo y libre?
El sabio sabe que no tiene nada que vender, porque todos los seres son un reflejo de la expresión divina. Cuando un yo duerme y dice, yo estoy separado, el sabio sabe que es el divino inventando la historia de estar separado. ¿Qué le diría el sabio, que necesita ser lo divino? Él sabe que solo es un juego.
Sal del juego de la ilusión.