Comprendemos el camino hacia la disolución de una manera cercana y simple y absorbemos la sensación de la inmediatez divina en el ahora.
También comprendemos el funcionamiento de la ilusión creada por la identidad y, degustamos que justo cuando el intelecto se diluye aparece presencia de Ser.
La consciencia crea a maya a través de la sensación de la existencia objetiva, esto lo comprenderemos con el ejercicio de la no-virtualización.