ABSOLUTO Y RELATIVO

¿Puede haber absoluto sin relativo?

No puede, de ahí que escuches continuamente que esto (lo que surge) es real e irreal al mismo tiempo, lo plural como lo singular, el Uno en muchos, la nada manifestándose como todo, el vacío manifestándose como plenitud, lo casual como lo causado, el sujeto manifestándose como el objeto, la unidad manifestándose como separación, lo individual como lo plural, lo desconocido manifestándose como lo conocido, lo impersonal como lo personal, la quietud en movimiento, y podría seguir utilizando frases para darle sentido a esta paradoja.

Si lo absoluto no fuera lo relativo sería imposible realizarse, pero no es imposible porque es tú naturaleza ir desde el yo relativo hasta el Yo absoluto que aparentemente fue ocultado por las creencias que se formaron en la consciencia.

Ese movimiento que se realiza dentro de la Conciencia es como el correr de un velo ilusorio e irreal. Es como si por este velo no pudiéramos ver que todo es Dios. Pero…

Todo lo que percibes es Eso, el aire que respiras es respirar al Ser, estás sentado en él, hace latir tu corazón, es el sonido de cada paso, el piar de los pájaros, el viento, el sonido del ventilador una noche calurosa de verano… todo lo que Es, es una expresión expandida del Amor del infinito-no-diferenciado. Lo que estás buscando “ya es Eso” en sus múltiples formas, la multiplicidad es un efecto mágico de su magnificencia. No es una afirmación de un yo que dice: soy eso, sino que la obviedad lo confirma tras realizar lo eterno e inmutable frente a lo cambiante.

Muchas personas no pueden ver la magia de ese surgir, pero si miras percibirás más allá de los cinco sentidos, la percepción se vuelve multi-sensorial.

Del mismo modo que el H2O puede expresarse en varias formas -vapor,agua,hielo- nuestro Ser-sentir-vivir es la expresión unificada de los dos aspectos que son realmente Uno, desde lo más sutil hacia lo perceptible. Ser-sentir-vivir es lo absoluto, pues el todo está en todas partes y debe de ser la existencia misma y todas sus expresiones y ramificaciones. ¿Puedes decir que el árbol no está en su fruto? Puedes decirlo pero no podrás adquirir fruto sin árbol. Del mismo modo comprende que muchos frutos contienen semillas que hacen crecer árboles. ¿Puedes decir que el árbol no es la semilla? Puedes decir que no, pero sin semilla no hay árbol.

Por ejemplo: ¿Es una silla una manifestación de lo absoluto? Si, lo es, pero no solamente la silla, sino también su apreciación. Lo absoluto no diferenciado aparece como silla y también el proceso de poder apreciarla, en ese sentido el observador y lo observado son Uno y el mismo, todo el proceso, la apariencia y el percibir mismo es el Uno. Esta es la verdadera esencia de la no-dualidad, ser uno con Dios. Jesús lo expreso de una manera muy bella, “padre e hijo son uno y el mismo”.

Quédate maravillado con el despliegue de la percepción, puesto que es asombroso, un mecanismo increíble y es absolutamente obvio que el yo separado no tiene ninguna gloria en su suceder. En el centro del surgir no hay yo separado del surgir, aun que la tendencia sea la sensación de un aparente individuo separado De Dios.

Tú eres la silla, la silla es lo que tú eres, o mejor dicho, Tú eres el todo no diferenciado en el que surgen las cosas. Tú eres el espacio infinito en el cual se representa la magia, tú no estás separado de la silla, del aire que respiras, de lo que ves, de la digestión del estómago, del calcio del universo que también está en tus huesos, del carbono que también está en tus músculos. Todo tú, es el resultado del extenso alimento del Universo.

Posteriormente surge la mente y dota a la experiencia de división, en ese sentido es un mecanismo de la consciencia, algo aparentemente necesario. Dicho de otra forma, la materia y lo inmaterial no son dos, lo relativo-manifestado (como silla) es el aspecto Universal del ser-silleando, y el acto de ver (percibirlo), que es realmente luz (inmaterial) es la forma en la que lo ilimitado se deleita así mismo en su apreciación, es la Unidad encontrándose consigo misma y se degusta en el proceso de percibir, enriqueciendo la percepción a través de colores y las dimensiones como altura, profundidad y formas sutiles, una codificación de inteligencia infinita.

Mira el mirar y descubrirás un hermoso mundo de colores enriquecidos, este es el hermoso don humano de percibir la belleza de la Conciencia. Cuando hablamos de Conciencia hablamos de magia, inteligencia, saber, belleza, amor, deleite, disfrute y poder.

Ciertamente todo el proceso es divino y completo. Lo que llamamos separación es la intención de la mente de poseer un proceso que está más allá de su alcance. El pensamiento “yo” no puede ver ni producir colores, ni escuchar sonidos, no puede sentir la vida vibrante, no hace latir el corazón, no decidió nacer, el yo vino después, en ese sentido es inerte, está disecado y limitado a la historia del yo.

La sensación de separación es un mecanismo de la consciencia del cuerpo-mente, es energético, de ahí que muchas personas por la tendencia a considerarse un yo, aún estando sin el pensamiento, sigan creyendo que están separados, lo sientan y lo perciban como una realidad creada por nuestro cerebro. Cuando lo relativo es la única realidad el pensamiento se siente cómodo, pues vive en las formas, pero cuando cesa la conceptualización constante y se rompen las barreras de la percepción de la separación, la materia se vuelve Universal.

Poder ver esto de manera directa es algo muy hermoso, es como un regalo sensorial de claridad, vemos en lo ordinario algo extraordinario y descubrimos que hay una inteligencia más allá del pensamiento que es belleza en sí misma, pues es de una belleza inigualable sentir en nuestro campo de conciencia el sentido de Ser Unidad en la diversidad.

Una vez vemos que el yo separado es solo un mecanismo de la mente y el instrumento que lo separa todo, podemos darnos cuenta de cuál es el factor principal de la percepción, la inteligencia de la conciencia del Ser Ilimitado manifestando aspectos relativos. Separemos con claridad esto, porque tenemos la tendencia de considerar la sensación de estar presente, el ver, el escuchar y el vivir como un aspecto del yo, sin embargo el yo no ve, vive o escucha, sino solo comenta y divide la apreciación del instante.

Todos los seres humanos tienen la experiencia de la separación aparente, sino fuera así, irías caminando por la calle y no tendrías la sensación de los objetos que no son tú, podrías ser atropellado por un coche sin poder diferenciar aspectos. Todos los sabios tuvieron un nombre, Ramana Maharashi contestaba cuando le llamaban por su nombre. ¿Cuál es el motivo de esto? Pues que aún expandido en el infinito, una parte de él seguía en la tierra, para contestar, vivir, sentir y Ser en lo relativo.

Aún sin el pensamiento también somos capaces de tener toda esta información para esquivar personas mientras caminamos por la acera de la gran avenida, mover las manos o masticar. No estoy eliminando el pensamiento, porque la revelación lúcida de la Unidad sucede en otra dimensión diferente al pensamiento. Esta es la clave.

El pensamiento puede decir yo en medio del infinito, y no por ello limita lo que es eterno y absoluto, de hecho no puede. El pensamiento crea ilusiones de limitación pero será la claridad la que lo deja ir, pues cuando sabes quién eres, no te sientes seducido por la limitación.

¿Pueden coexistir lo relativo y lo absoluto? De hecho lo hacen, la revelación es el descubrimiento de que no eres una limitación o contracción, es lo asombroso de la Iluminación espiritual en la que la sensación de escasez y limitación ha sido desprendida. La realización Es como un descuelgue de la realidad pensada, que es relativa.

Todo lo que puedes pensar es relativo, lo que creas ser, lo que consideres del mundo, la belleza, es solo apreciación personal, aspectos limitados de lo ilimitado.

Imagina que descubres que el acto de percibir es el Ser, también incluyes al pensamiento, al hacerlo, incluyes todos los aspectos de la persona y sus condicionamientos. ¿Qué pasa cuando la mente dice yo? No pasa nada pues es solo un mecanismo del Ser. En ese sentido la historia del yo no es más que una historia, e incluso cuando el pensamiento habla sobre el cuerpo- mente, recuerda algo, o especula sobre la vida del cuerpo, es parte del mecanismo de la mente de especular sobre el mundo externo. No hay motivo para eliminar el mecanismo tan preciado del intelecto, solo reconocer de dónde procede, de qué está hecho y para qué sirve. Dicho de otro modo, el pensamiento es una herramienta, como un martillo o una sierra. El hombre es quien la utiliza, coge la sierra y corta la madera, después coge el martillo y clava unos clavos. Pero no vivimos como si el pensamiento fuera una herramienta, sino que nos consideramos los aspectos relativos que crea el pensamiento.

Si deshaces el hábito de dar realidad al pensamiento sobre el yo, la mente se calma y se despierta una apreciación más profunda de la realidad de quien eres realmente, eres el agente libre, conciencia infinita. Esto es iluminación, correr la identidad creada por el pensamiento, para dar crédito a la percepción de la Unidad con el momento presente, vida en sí misma desde lo desconocido, Unidad en la diversidad.