El encuentro con tu identidad real sucede cuando investigas e indagas sobre tu verdad, y por un cuestionamiento minucioso llegas a comprender profundamente quién eres. Los amantes de la verdad indagan en ello, investigan y profundizan en ese saber.
Las religiones acuñaron términos en los que apoyarse, basándose en afirmaciones que dieran un verdadero valor a nuestra auténtica identidad. Por ejemplo Jesús dijo “Yo soy el que soy”, ¿por qué Jesús no dijo… yo soy esto o aquello? Sino que dijo “Yo soy el que soy”. No quiso hacer una afirmación superficial, sino que con su afirmación permaneció anclado y fijo en el Soy, sentido de Ser afirmativo. O en el Yo, como algo intrínseco que no está sujeto al ocurrir, sino en la base o el fundamento primario liberado de todo préstamo.
El significado de identidad se relaciona con lo que verdaderamente es idéntico a ti, ¿eres idéntico al número de tu DNI, eres idéntico a tu nacionalidad? Un número no te define verdaderamente, toda definición es una limitación, todos los sabemos. Somos más grandes que todo lo que podamos decir de nosotros, todo ser humano comprende esto, pues todos saben que lo que digan o lo que cualquier persona diga de sí mismo, siempre será limitado. Realmente jamás nos reconoceremos como algo concreto. Quien lo haga estará muerto.
Las cosas externas jamás podrán definir o acercarte a tu verdadera identidad. Tu Yo es todo el universo. ¿Eres idéntico al universo? No en apariencia, en la superficie no puedes serlo, pero en lo profundo, en tu esencia lo eres. El sufrimiento se desvanece cuando comprendemos que somos infinitos junto con el Universo. Solo el infinito es tu verdadero yo.
Profundizar implica reconocer y comprender que es lo que es idéntico a todos los seres y cosas de este universo, encontrando lo símil en lo plural descubrimos quienes somos.
En el momento presente puedes mirar con una visión completa a que pertenece tu identidad, ¿si no utilizas lo conceptual, si no te basas en conceptos, quién eres? Por asombro descubrirás que cuando retiras la energía del saber y reposas en Lo Que Es, eres idéntico al instante. Instante e identidad son como el árbol y las hojas, es una relación no separada, intrínseca y verdadera. Tú eres idéntico a lo que surge. Esto es una máxima, una verdad, un enigma que no necesita ser resuelto. Sabes que si dices que eres idéntico al instante, por un lado abandonas todo lo que viviste y por otro eres este instante en que surgen todos los seres humanos, plantas y naturaleza. El instante lo es todo. Cuando digo instante no hablo de poder congelar el flujo de la vida, sino del flujo atemporal de vida, el ahora Universal. No dudes que eres tan grande como Eso.
Si te preguntan quién eres, puedes contestar quien fuiste contando una historia de tu pasado, o quien serás inventando una proyección futurista, pero… ¿puedes hablar de ti ahora, de tu presencia en este ahora, que puedes contar? Háblame de tu estar presente, de estar sentado, de tu mirar, del respirar, de olor a café… cualquier cosa que cuentes siempre es menos que lo que eres. Solo has de saber esto, porque comprenderás la abundancia de tu Ser, el cual es siempre más, ¡mucho más!
Raras veces encuentro a alguien tan ingenioso que pueda contar algo real sobre su presencia en este momento. Somos tan espaciales e ilimitados que podemos caer en la limitación sólo a través de ponernos forma y concepto.
Muchas de las cosas que puedas contar solo son de segunda mano, algunas pueden ser fértiles en este momento de tu vida y mañana ser irrelevantes para quien eres realmente. El olor a café estará por un rato y se marchará… Esto sucede porque todo lo que cuentas sólo lo cuentas, y en esencia es todo prestado a tu hermosa e ilimitada espacialidad de Ser. Todo cabe allí, todo es la presencia de la vida eterna y mágica.
Todos los seres humanos se cuentan quien creen ser, pero sin las palabras son hermosas expresiones de la vida Una.
Puedes pretender ser un ser humano, pero incluso finalmente eso estará surgiendo en ti. Tú serás el testigo siempre de la humanidad que transita a través de ti. El testigo activo, vivo y liberado, el saber mismo de toda limitación es siempre anterior a la limitación. Tú eres ese saber.
Llegados a este punto, si investigas quién eres, tú tienes que ser inteligencia que puede investigar, inteligencia que puede reflexionar sobre la naturaleza, tú eres las capacidades. Como capacidad, ¿cuál es tu naturaleza, el conocimiento? Incluso el conocimiento es prestado. Tú sabes unir las palabras que crean el conocimiento, eres saber silencioso.
Si indagas en todo esto, quizás puedas sentir que no me sigues mientras lees este texto y es porque no puedes ir allí, pues tú siempre estarás más allá de ti mismo. El motivo de la ignorancia de la separación es porque el ser humano no sabe creer en algo que no sea concreto, pero tú no eres concreto eres el sujeto que es capaz de concretar. Detrás de todo sabes que hay un Yo Puro y dichoso que es integración natural, inteligencia Pura. Este Ser inmaculado es sin adjetivación, está más allá de los conceptos, creó los conceptos y con ello la ilusión de la definición. En lo indefinido también habita lo ilimitado, si te comprendes sin definición morirán en ti todas las ideas que se han erigido sobre límites impuestos.
Cuando cesan los límites, cesa la vida pobre e ingrata. Ser y existir es ilimitado y te expandes más allá del fin de las fronteras que fueron creadas por la mente, dando paso al infinito de tu Ser. El Ser no es algo concreto, es ilocalizable, más allá de aquel lugar que quieras imaginar, omnipresente en todos los lugares, lo crea todo y lo impregna todo. Finalmente ese será el descubrimiento de tu verdadero Yo, de tu verdadera identidad más allá del espacio, más allá del tiempo. Pura esencia vital.